sábado, 6 de enero de 2018

Primer aterrizaje argentino en el Polo Sur


Primer aterrizaje argentino en el Polo Sur

El 6 de enero de 1962, dos aviones Douglas DC-3 aterrizaron en el Polo Sur Geográfico, en la base estadounidense Amundsen Scott (89 grados 59 min. 51seg. de Latitud Sur).

En el marco de la Campaña Antártica 1961-62 la Armada Argentina (ARA) dispuso la intervención de la Unidad de Tareas 7.8 (U.T. 7.8), llamada "de Exploración y Reconocimiento Aerofotográfico", dependiente de la Fuerza de Tareas 7 (F.T. 7).

Dicha Unidad de Tareas se encargó de efectuar el histórico vuelo al Polo Sur con dos aviones Douglas "DC-3", versión "C-47" (matriculados CTA-15 y CTA-12[2]), destacados por el Comando de Transportes Aeronavales para dicha empresa, cuyo Comandante era el entonces Capitán de Fragata Hermes José Quijada.

Los dos aviones Douglas DC-3, versión C-47, de la Aviación Naval, matriculados como el CTA-15 y el CTA-12 y con las inscripciones respectivas: "¿Total para qué?" y "¿Te vas a preocupar?"


En tiempos de motores de combustión interna con cilindros radiales a explosión, aviónica analógica simple de primera generación, aerodinamia básica, los aviones de transporte y carga eran sistemas muy robustos pero elementales. Al momento de la planificación de esta operación, los DC3 eran aeronaves que ya tenían más de 30 años de diseñados y estos fuselajes en particular, más de 20 de servicio en la Armada Argentina.

Ambos aviones fueron pintados con una configuración antártica y modificados con el agregado de tanques suplementarios de aceite y combustible, equipos de comunicaciones, se instaló un radar Doppler, un sistema de calefacción (extraído de los viejos “Catalina” –hidroaviones patrulleros PBY5-) y esquíes de aluminio bajo las ruedas del tren de aterrizaje principal y se equipó con material de supervivencia (carpas, abrigos, víveres). Un tema preocupante fue reducir el peso lo más posible para dar la suficiente autonomía de vuelo y capacidad de despegue. Todo se hizo en el Taller Aeronaval de Punta de Indio.

Las dotaciones fueron seleccionadas cuidadosamente y se adiestraron en la Base de Punta de Indio y en cercanías de Mar del Plata para sobrellevar emergencias y los efectos de “visión blanca” características de la Antártida, además del despegue con cohetes de impulsión suplementaria.


La unidad de tareas quedó finalmente conformada como sigue:

1. Avión CTA-15: Cap. de Fragata Hermes J. Quijada (Comandante de la Unidad de Tareas y del avión); Cap. de Corbeta Pedro F. Margalot (2do. Cte. de la U.T. y Jefe de Operaciones, Navegación y Fotografía); Tte.de Fragata Miguel A. Grondona (Piloto y Jefe de Comunicaciones); Tte. de Corbeta José L. Pérez (Copiloto, Jefe de Meteorología y Ayudante de Navegación); Suboficial Segundo E. C. Franzoni (Mecánico) y Cabo Primero Gabino R. Elías (Radiooperador).

2. Avión CTA -12: Cap. de Corbeta Rafael M. Checchi (Jefe de Ingeniería y Mantenimiento); Tte. de Navío Jorge A. Pittaluga(Comandante del avión y Ayudante de operaciones); Tte. de Fragata Héctor A. Martini (Piloto y Jefe de Supervivencia); Tte. de Fragata Enrique J. Dionisi (Copiloto y Navegante); Cabo Principal Ricardo M. Rodríguez (Mecánico) y Cabo Primero Raúl Ibasca (Radiooperador).

3. Grupo de Apoyo Terrestreque a su vez estaba integrado por dos elementos:
3.1 Grupo Matienzo: Tte. de Fragata Médico Pedro E. Barza (Jefe); Cabo Segundo Ramón Jofré; Técnicos: Efrain Zelayeta, Virgilio Fontana, José Di Paola; Conscripto Francisco Vega.

3.2 Grupo Ellsworth: Cabo Primero Gerardo Palladino; Sargento Héctor Farina; Técnicos: Bautista Bulgaroni, Raynundo Chiaperini, Julio A. Líbano, Héctor Paganuzzi, Juan Perlini y René Pesano.
El itinerario de los citados Douglas DC-3 fue el siguiente: despegaron la ciudad de Buenos  Aires el 5 de diciembre de 1961 con destino a Río Gallegos (2.020 Km.) adonde llegaron ese mismo día.

El 18 de diciembre, cuando se presentaron las condiciones meteorológicas adecuadas para ir al Continente Antártico y previa colocación de esquíes de aluminio bajo las ruedas del tren de aterrizaje principal a ambos aviones, partieron de Río Gallegos hacia el Campo Auxiliar “Capitán Campbell”  (1.560 Km.), lo que insumió un poco más de 8 Hs. de vuelo. Este aeródromo fue construido en la isla de Robertson y el nunatak Larsen por el grupo de apoyo terrestre, llevado por el CTA-2 y el rompehielos ARA “Gral. San Martín”.

Ese era el asiento de la entonces Base Aérea Teniente Matienzo, para entonces integrada en forma conjunta con personal de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea. La Nochebuena y la Navidad los encontró en la mencionada isla. Actualmente ese lugar es mar abierto, debido a la desintegración de la barrera de hielo de Larsen que tenía un espesor de algo más de 250 m.


El 26 de diciembre, cuando nuevamente las condiciones meteorológicas lo permitieron, despegaron de Campbell con destino hacia la Estación Científica Ellsworth (1.700 Km.), cubriendo tal trayecto en 9 Hs. de vuelo. En Ellsworth pasaron Año Nuevo, a la espera de que las condiciones meteorológicas volviesen a ser favorables para emprender la última etapa del viaje.

Es así como el 6 de enero de 1962 decolaron hacia la Base Amundsen-Scott (EEUU) en el Polo Sur Geográfico  (1.350 Km), aterrizando a las 21:10 Hs., luego de 8 horas de vuelo.

No bien aterrizaron, enarbolaron una bandera nacional y descubrieron una placa en homenaje a los exploradores polares, con el siguiente texto: “La República Argentina a Amundsen, Scott y sus hombres en el cincuentenario de su llegada al Polo Sur. Homenaje de la Aviación Naval de la Armada Argentina en su primer vuelo al Polo Sur”.

Al día siguiente, 7 de enero, los dos aviones emprendieron el regreso. Llegaron a Ellsworth luego de casi 6 horas de vuelo.

El 18 de enero, partieron hacia Campbell, donde aterrizaron después de aproximadamente 8 horas de aeronavegación.

El 20 de enero se dieron las condiciones meteorológicas como para abandonar la Antártida. En esa fecha decolaron con destino a Ushuaia adonde arribaron después de 5 Hs. de vuelo. Allí le sacaron los esquíes a las aeronaves y, al día siguiente, despegaron con destino hacia el Aeroparque Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires, donde aterrizaron el 22, previa escala en la Río Gallegos y en Base Aeronaval Punta Indio. En esta última escala se le volvieron a colocar los esquíes a los dos aviones, puesto que ellos representaban el símbolo de la hazaña realizada y era importante que se vieran al llegar a Bs. As.. Así, el 22 de enero de 1962 se dio por finalizada esa exitosa epopeya, todo un verdadero hito de la gloriosa aviación naval.


Hasta 1957 únicamente noruegos y británicos habían llegado hasta el Polo Sur  por medio aéreo. En dicho año, los norteamericanos también lo hicieron partiendo desde Australia. Y sólo cinco años más tarde pilotos navales argentinos, lograron una colosal hazaña, similar a la de sus tres antecesores.
El "Héroe del Polo Sur", calificación dada al Capitán Quijada por la prensa nacional y extranjera de la época, no dejó nada librado al azar. Tuvo que sortear, conjuntamente con su avezada tripulación, gracias a su férrea voluntad, su idoneidad y su firme determinación, difíciles obstáculos técnicos y logísticos para lograr la epopeya de aterrizar y decolar dos aviones en el Polo Sur.


Cumplida esta riesgosa y exitosa misión, Quijada declaraba modestamente a un reportero del diario "La Nación",  "Gracias a Dios todo salió bien, hemos pasado la noche en el polo y regresado sin la menor dificultad. Las máquinas han respondido magníficamente". Ante la pregunta del redactor: "¿y los hombres?", el intrépido piloto naval respondió: "Eso se daba por descontado".


1 comentario:

Unknown dijo...

Soy nieto de uno de los técnicos que acompañó esta misión, Héctor Paganuzzi, a quien lamentablemente no llegué a conocer, que lindo informe y gracias por darlo a conocer.

Publicar un comentario

Sitios Asociados